S.

|
- ¿Quién soy? 
(Sonrisas: un hueco en una careta.)
- Contestad. 
(Muecas alegres, frías.)
- Sin arraigo, norte o verdad,
  y vosotros sólo reís.

tú (Tú)

|
Nuestro protagonista nació lejos de donde te encuentras. En algún lugar al que no hayas ido nunca, en algún país cuya capital desconozcas. ¿Lo tienes ya? Nació allí entonces, y tuvo una infancia muy distinta a la tuya. Vivió en aquel lugar hasta que cumplió tres años menos de los que tienes ahora. Después de estudiar lo mismo que tú, se trasladó a una casa que está dos pasos de la tuya.
Aunque jamás os habéis conocido, vivisteis muy cerca durante un tiempo y asististeis juntos a un mismo evento, celebración de algún hecho vital supuestamente importante que ahora no soy capaz de recordar. Pero poco después, partió hacia alguna otra parte, donde tuvo los mismos problemas que tú tuviste hace poco, pero que él supo superar. 
Un día, harto de todo, había decidido convertirse en quien tú quisieras ser.

Entre sueños y entresueños

|
Desde que leí un libro barato, de tapas blandas, no he vuelto a dormir más de cinco minutos. Es el afán de no ser: Despertar y no encontrarse, no saberse; escapar de la memoria, y de mí. Hay quien se tira de un puente en busca de una inyección de adrenalina. Hay quien se esconde tras el cristal de una botella de güisqui. Pero no yo.
Al leer aquel libro en que el olvido es el protagonista, descubrí la solución: el lindarEntre sueño y vigilia, entre sueños y entresueños. El despertador redondo y antiguo sonaba antes cada diez minutos con extrema puntualidad, para interrumpir con el olvido mi sueño. Pero hace ya tiempo que no me preocupo en cambiarle las pilas. Ahora, ahora tengo insomnio.