S.

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- ¿Quién soy? 
(Sonrisas: un hueco en una careta.)
- Contestad. 
(Muecas alegres, frías.)
- Sin arraigo, norte o verdad,
  y vosotros sólo reís.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Dada la inexistencia de arraigo, norte o verdad, solo queda una opción: ser quien uno decide ser.
Ahí estás, María, tan creativa e inquieta como siempre. Celebro poderte leer de nuevo.
Saludísimos

blumm dijo...

Eres, eres alguien que conocí a través de Kafkiano y que tiene algo común a mí, que estudia Humanidades y que escribe con escritura que destila en frascos de pocos mililitros. Como las esencias.

Ah, por cierto, aquí hablan de tu carrera, de la mía. Merece la pena leerse el post. Te animo, cuando puedas:
http://vicenteluismora.blogspot.com/2009/03/la-pregunta-mas-respondida.html

AdR dijo...

¿El Silencio?...

Me gusta la sencillez de tu nueva casa.

Besitos.

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